CONFESARSE
Para mucho de nosotros, no es fácil y en otras ocasiones, no nos
parece agradable confesarnos, arrodillarnos frente al sacerdote pareciera
doblegarnos. Sin embargo, después de la confesión tenemos una gran paz
espiritual, esta nos restituye nuestra amistad con Dios, nos aumenta la
gracia santificante, nos refuerza la fe, nos aumenta la fuerza para evitar
cometer mas falta, nos da vigor para no caer en la tentación y nos compromete
a no ofender a Dios.
Sin embargo, después de confesarnos, muchas veces nos sucede que no
nos sentimos seguros si hemos hecho una buena confesión, como también nos
ocurre que cuando estamos frente al sacerdote nos cohibimos o nos contenemos
de decir todas nuestras faltas. Más de alguna vez, pensamos que ciertas
cosas no son faltas y no las decimos o nos justificamos. ¿Entonces que hacer?
,
EXAMEN
DE CONCIENCIA
Cada cual puede tener un método para prepararse para la confesión,
muchos proponen un examen de conciencia previo a confesarse, ¿Cómo hacerlo?,
creo que sin angustiarse y sin apesadumbrarse con las faltas, pero con mucha
confianza en Dios sabiendo que seremos perdonados.
“Confesaos, pues, mutuamente vuestros pecados y orad los unos por los
otros, para que seáis curados. La oración ferviente del justo tiene mucho
poder” Santiago 5, 16
Examinemos nuestra conciencia en oración ante Dios, escuchando su voz
en nuestro corazón, Dios siempre perdona cuando hay arrepentimiento.
Contemplen al que traspasaron" Jn 19:37
Contemplemos a Cristo, su amor manifiesto en su Cruz, el nos ayudara a
prepararnos.
Al preparar nuestro Examen de Conciencia, recordemos que tenemos Diez Mandamientos
que cumplir y observemos en cuales hemos faltado. También podemos profundizar
en los llamados Siete Pecados Capitales, sin olvidar que faltamos muchas
veces al no admitir nuestros defectos de carácter y no aprovechamos los dones
que Dios nos ha dado para servirle.
A continuación propongo algunas preguntas a responder, quizás falten
muchas mas, ya que esto es una mínima ayuda.
DE LOS
DIEZ MANDAMIENTOS
I.
AMARÁS A DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS
Amo de verdad a Dios
Siente mi corazón que ama a Dios
Confío siempre en Dios
Le doy a Dios un instante de mi tiempo
personal
Me dejo guiar por Dios
Alabo a Dios
Agradezco a Dios
Escucho a Dios
Uso los dones que Dios me ha dado
II.
NO TOMARÁS EL NOMBRE DE DIOS EN VANO
Hablo bien de Dios
He mentido tomando a Dios por testigo
Utilizo el nombre de Dios para las cosas frívolas (por ej. jurar por Dios)
III.
SANTIFICAR EL DÍA DEL SEÑOR
Voy a Misa los Domingo
Rezo con amor durante la Eucaristía
Pido perdón a Dios durante la celebración
Me reconcilio con mis hermanos durante la
Misa
IV.
HONRAR PADRE Y MADRE
Me preocupo por cuidar a mis padres
Atiendo las necesidades de mis padres
Doy tiempo a mis padres
Soy obediente a mis padres
Miento a mis padres
V.
NO MATARÁS
Promuevo y acepto el aborto
He pensado suicidarme
Pongo en peligro la vida de los demás
Hablo mal de alguien ("sacar el cuero")
VI.
NO COMETER ACTOS IMPUROS
Leo o veo pornografía
Veo programas o películas con contenidos malos
Pienso deliberadamente en cosas impuras
VII.
NO ROBAR
He robado
Le he quitado indebidamente algo a alguien
He engañado para mi beneficio
No he devuelto lo que no es mío
Me aprovecho de mi situación en mi beneficio
VIII.
NO LEVANTARÁS FALSOS TESTIMONIOS NI MENTIRÁS
Digo la verdad
Hablo mal de los demás
Revelo secretos que se me ha confiado
Busco que otros opinen mal de mis hermanos
Induzco a pensar erróneamente de alguien
IX.
NO CONSENTIRÁS PENSAMIENTOS NI DESEOS IMPUROS.
Vivo con desorden a las facultades morales
del hombre
Permito o promuevo a otros a cometer pecados
X.
NO CODICIARÁS LOS BIENES AJENOS.
Tengo deseos de avaricia
Deseo cosas que no me pertenecen
Me siento envidioso
Le deseo mal a otros
DE LOS PECADOS CAPITALES
Los pecados o vicios capitales son aquellos a los que la naturaleza
humana caída está principalmente inclinada. Es por eso muy importante para
todo el que desee avanzar en la santidad aprender a detectar estas tendencias
en su propio corazón y examinarse sobre estos pecados. Los pecados capitales
son enumerados por Santo Tomás como siete: soberbia (orgullo), avaricia,
lujuria, ira, gula (glotonería), envidia, acidia (pereza).
1.- SOBERBIA: Consiste en una estima de sí mismo, o amor
propio indebido, que busca la atención y el honor y se pone uno en
antagonismo con Dios.
Me he rehusado a Obedecer a Dios
Vanagloria, la siento de sí mismo a causa de las ventajas que tengo y
me jacto de poseer por sobre los demás
Jactancia, me esmero alabarme a mismo para hacer valer vistosamente mi
superioridad y mis buenas obras.
Me elevo por sobre los demás en dignidad exagerando, para ello, el
lujo en los vestidos y en los bienes personales.
Soy altanero, trato al prójimo, hablándole con orgullo, con terquedad,
con tono despreciativo y mirándolo con aire desdeñoso.
Soy ambicioso, con deseo desordenado de elevarme en honores y
dignidades como cargos o título.
Soy hipócrita, hago simulación de la virtud y la honradez con el fin
de ocultar los vicios propios o aparentar virtudes que no se tengo.
Soy presumido y confío demasiado de que soy capaz de efectuar mejor
que cualquier otro ciertas funciones.
2.- AVARICIA: Inclinación o deseo desordenado de placeres o
de posesiones. Es uno de los pecados capitales, está prohibido por el noveno
y décimo mandamiento.
Tengo apego inmoderado a los bienes con;
“esa pasión ardiente de adquirir o conservar lo que tengo a toda costa.
Me resisto a dar al que necesita.
He privado a otros de algún bien.
Le he negado a un hermano algo que me
sobra.
He participado de hechos fraudulentos para
mi beneficio
Soy tacaño
3.- LUJURIA: El deseo desordenado por el placer sexual. Los
deseos y actos son desordenados cuando no se conforman al propósito divino,
el cual es propiciar el amor mutuo de entre los esposos y favorecer la procreación. Es
un pecado contra el Sexto Mandamiento.
¿Alguna vez tuve pensamientos impuros de manera libre y deliberada?
¿Soy recatado/a con la vestimenta?
¿Respeto al otro sexo?
4.- IRA: Uno de los siete Pecados Capitales. El sentido
emocional de desagrado y, generalmente, antagonismo, suscitado por un daño
real o aparente. La ira puede llegar a ser pasional cuando las emociones se
excitan fuertemente.
He actuado contrario a la razón.
Actúo sin moderación
Tengo deseos de venganza
Me siento maquiavélico
Me domina la pasión en las discusiones
Me indigno sin razón
Participo de alguna riña
5.- GULA: La gula es el deseo desordenado por el placer
conectado con la comida o la bebida.
He respetado el ayuno
Practico el hurto para comer solo por
placer.
Mi deleite en el comer se reduce a un fin
único y preponderante en la vida.
No soy capaz de guardar abstinencia en los
días de precepto
Me provoco voluntariamente el vómito para continuar el deleite de la
comida.
6.- ENVIDIA: Rencor o tristeza por la buena fortuna de
alguien, junto con el deseo desordenado de poseerla. Es uno de los siete
pecados capitales. Se opone al décimo mandamiento.
Me entristece que otros tengan bienes
materiales
Me aflige si otro tiene un puesto que yo
deseo
Siento insatisfacción por los bienes que
pose otro.
Me angustia que otros sean felices
Le deseo mal a alguien
7.- ACIDIA (PEREZA): Falta culpable de esfuerzo físico o
espiritual; acedia, ociosidad.
Deliberadamente me entristece sentirme
obligado cooperar con mis hermanos.
Descuido mi salud, me pereza ir al medico
Soy inconsistente en el bien
Desisto rápidamente de mis obligaciones.
No ejecuto lo que se me ha encomendado
No me atrevo a ayudar y me abandono en la
inacción
Me siento ocioso
Soy cómodo y no me agrada el sacrificio de
levantarme temprano
Me fugo del trabajo escolar
REFLEXION FINAL
Todos estamos muy necesitados de la paz interior, reconocer nuestras
faltas, es un paso para lograrlo, la culpa se elimina reconociéndola.
La confesión nos invita a hacer un examen profundo de nuestra
conciencia, descubrir lo que llevamos adentro, por tanto nos ayuda a
conocernos mas,
Pero hay algo de gran importancia, necesitamos saber si estamos en
condiciones de ser perdonados, y necesitamos saber que hemos sido perdonados.
No olvidemos que una cosa es pedir perdón y otra
distinta ser perdonado.
Del Catecismo Católico, 1422 "Los que se acercan al sacramento de
la penitencia obtienen de la misericordia de Dios el perdón de los pecados
cometidos contra El y, al mismo tiempo, se reconcilian con la Iglesia, a la
que ofendieron con sus pecados. Ella les mueve a conversión con su amor, su
ejemplo y sus oraciones" (LG 11).
Necesitamos una confirmación exterior, sensible, de que Dios ha
aceptado nuestro arrepentimiento. Esto sucede en la confesión: cuando
recibimos la absolución, sabemos que el sacramento ha sido administrado, y
como todo sacramento recibe la eficacia de Cristo.
Texto basado en reflexiones del Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
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